Ads 468x60px

martes, 26 de agosto de 2014

Un Bello Nacimiento


Una Gran Herencia

Dice la Biblia en el libro de Salmos capítulo 127:3-4: “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud.”

Me sentí muy bendecido por Dios el 1º de Agosto de 2006 cuando nació mi hijo Aarón Gabriel, fue un día de larga espera, casi 16 horas desde que se manifestaron los dolores de parto de mi esposa hasta el nacimiento de mi hijo, y aunque yo estaba en el hospital, por razones de mal manejo de la información, me enteré casi 4 horas después, es decir, para mí la espera fue de casi 20 horas. Mi hijo hoy tiene 8 años y ha llenado de felicidad nuestras vidas, ha traído sonrisas, alegrías, ha necesitado cuido, educación, enseñanza; no somos los padres perfectos, pero hacemos el mejor intento con Dios dirigiendo nuestras vidas.

Hace tres días, el 23 de Agosto de 2014, Dios iluminó nuestras vidas nuevamente con el nacimiento de mi hija Luciana Estefanía, producto de un sano embarazo de mi esposa de casi 40 semanas; fue extraordinario ver mi hija en manos de la Dra. Saraí Monges, quien salió de sala de parto con mi hija en sus manos para mostrármela cuando no lo esperaba, fue sorpresivo, maravilloso, inigualable, simplemente un bello nacimiento, una gran herencia de Jehová.


Nuestro reto es ahora criar a dos y no a uno, como lo fue hasta hace pocos días; es darle amor equitativo, es prepararlos para la vida, es darle las herramientas para que sean personas de bien, lo que me recuerda especialmente que los dos versículos previos a la cita bíblica inicial (Salmos capítulo 127:1-2) dice: “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño.” De la que no se necesita mucha explicación.

Mi petición es a mi Señor y Dios, que aumente nuestra fe, nuestra fuerza, consolide nuestro carácter y nos enseñe a ser más como Él, pues ellos quieren ser como nosotros.

Mi especial agradecimiento a la Dra. Saraí Monges, quien no tiene tamaño para lo mucho que sabe y la nobleza de su corazón; a mi madre, a mis hermanas, a mis suegros y mis cuñados, que como familia unida han sido un punto de apoyo en el proceso que nos trajo a Luciana Estefanía, a los hermanos Jesús Ramírez y Luisa Suárez de Ramírez, cuya incondicional hospitalidad nos facilitaron la cercanía a los centros médicos, clínicas y hospitales que necesitamos ir para exámenes y evaluaciones; agradezco mucho también a aquellas personas que se escapan de mi memoria mientras emocionado escribo éstas líneas. Y por sobre todas las cosas, mi especial y gran agradecimiento a Jesucristo, el Señor Dios Todopoderoso, el Único y Eterno, a Él sea Toda la Gloria, por los siglos de los siglos . . . ¡ ¡ ¡ AMÉN ! ! !

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Blogger Templates